viernes, 21 de octubre de 2011

Perdición Lúgubre

Nuestro amor era repugnantemente bello,
caí a sus pies, con sus malditas palabras
me sedujo, con su lengua filosa
me llevo al umbral del deseo profundo.
En ese tren fantasma de amor virtual
perdí el sacrilegio, que llevaba conmigo.
Grabada en mi mente quedaron los ojos que todo lo vieron,
deseando escapar de esa cruel verdad que me atormentaba.
Él navegaba en una perdición mental
que lo llevaba a la demencia absoluta,
recorriendo caminos de lujuria y pasión pederasta.
Aún recuerdo cuando quise explorar aquel mundo de pasiones y amores prohibidos,
en el que mi inocencia no comprendía lo que podía llegar a suceder.

Disfracé la realidad, ocultando mi infancia, mi niñez,
cuando entré en aquella sala a conversar con esa persona,
llegué a enamorarme profundamente de sus deseosas palabras,
que silabeaban en mi mente y me elevaban a creer en un amor profundo y sincero.

Me convenció de encontrarme con él
en un lugar maravillosamente solitario…
Cuando llegué a ese lugar mágico
estaba Él esperándome con un ramo de rosas en su mano.

Miré su rostro, de sus ojos irradiaba
 perdición, locura y deseo absoluto.
Me acerqué tímidamente
él me besó con pasión,
mis manos trataban de alejarlo de mí,
mientras las suyas, rosaban mi cuerpo con perversión.

De mis ojos caían lágrimas como  cristales frágiles y bellos,
traté de escapar,
Pero sus manos me sujetaban fuertemente
en ese encuentro de amor abstracto e irreal,
Perdi el sacrilegio y con ello mi vida…

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